Después de varios meses de trabajo intenso hemos encontrado un hueco para retomar «el plan de la semana». Y en esta ocasión hemos elegido un lugar que teníamos fichado desde hace tiempo y que nos tenía enamoradas por su dulce estética victoriana: Sugar Factory.
Ubicado en la calle Argensola, 24 de Madrid, este pequeño local guarda muchas historia, la cual, gracias a nuestra visita, pudimos conocer. Fundado en 1847, el local cuenta con distintos elementos que forman parte del patrimonio de la comunidad de Madrid como su fachada, el artesonado y el mostrador. Hasta hace unos años en este local se encontraba la mítica Confitería Niza, que en 2009 cerró sus puertas. Cuando ya había caído en el olvido Marcy y Kike se fijaron en el para emprender su negocio de cupcakes y pastelería americana. El camino no les fue fácil, ya que tuvieron por delante meses de duro trabajo hasta restaurarlo y ponerlo en orden; lo sorprendente es que ellos mismos se encargaron de acondicionarlo.
Los tonos pastel y el aroma a dulce nos trasladan a una sofisticada pastelería que bien podría encontrarse en París. Al llegar, nos adentramos en una primera sala con un gran mostrador donde se pueden adquirir algunos de sus productos como cupcakes, croissants y bombones. Al fondo, casi escondido, encontramos un pequeño salón de té donde se puede disfrutar tranquilamente de una deliciosa merienda.
Marcy y Kike nos dieron la oportunidad de recrear en su precioso salón de té una mesa de dulces a nuestro gusto, con productos elaborados por ellos en su obrador. Nos encantó la experiencia y el resultado.
Fotografías, Neima Pidal
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