El año que prometía se ha convertido en el año de las complicaciones.Esta frase la hemos escuchado mucho en estos últimos meses y aunque no es fácil, nuestra misión desde el principio ha sido velar por nuestras parejas para que no pierdan la ilusión.
Con este post únicamente pretendemos lanzar un mensaje de optimismo a todos los que planeaban su boda en 2020. Algunos os casareis igualmente y estamos seguras de que vuestra boda será preciosa y súper emotiva. Otros, sin embargo, habéis tenido que aplazar o habéis decidido hacerlo para no tener que vivir la incertidumbre
Cuando nos preguntan por la mejor opción siempre analizamos cada caso por separado con sus circunstancias. Está claro que cada uno decide cómo y cuándo celebrar su boda, pero aquí os enviamos nuestro punto de vista por si os encontráis algo perdidos.
Si habéis decido aplazar al último trimestre del año
Nuestra recomendación es que sigáis planeando la boda y que no comuniquéis a los invitados la fecha hasta que sea segura. En estos momentos la mayoría de vuestros invitados no están pendientes de celebraciones y están libres de compromisos sociales. Basta con comunicarles que la boda queda aplazada y que más adelante contactareis con ellos para indicarles la nueva fecha.
Un mes y medio antes de la boda, podréis tomar la decisión final de forma libre y sin presiones.Si seguís adelante, podréis enviar las invitaciones, si los invitados reciben la invitación con un mes de antelación es perfecto dado las circunstancias en que nos encontramos.
Casarse este año puede tener sus ventajas, para empezar, contáis con la ayuda y el apoyo de todos los proveedores. A lo mejor es el momento de contratar a aquel grupo de música que en su día no tenía disponibilidad y ahora mismo sí la tiene.
¡Os aseguro que no podemos tener más ganas de boda!
Si habéis decidido aplazar al año que viene
En este supuesto, os recomendamos que os toméis un descanso, pero antes hay que dejar las tareas pendientes agendadas y avanzar los deseos que no pudisteis cumplir por falta de tiempo.
En estos tiempos de crisis se valoran los pequeños detalles y ahora mismo contáis tiempo para no descuidarlos, por ejemplo, podéis pensar en un detallito para enviar a vuestros testigos o empezar a escribir un mensaje de agradecimiento a cada invitado.
Si seguís con vuestra fecha original el pie
Algunos de vosotros estáis decididos a mantener la boda en pie y ahora mismo estáis a la espera de las medidas del Gobierno.Si estáis en esta situación, cómo actuar depende mucho del tiempo que quede para vuestra boda, pero si os recomendamos que no apuréis demasiado el tiempo, como máximo un mes antes de la boda para decidir cómo celebrarlo.
Una de las opciones puede ser mantener la celebración únicamente para familia y testigos, será un momento muy íntimo y emotivo. El resto de los invitados lo entenderán y siempre podréis organizar una fiesta el año que viene a la que puedan asistir todos. Puede parecer locura, pero es tan simple como contratar a los mismos proveedores, seguro que os ayudarán, o bien, podéis contar con la ayuda de un wedding planner para que os organice la fiesta adaptándose a vuestro presupuesto.
La pandemia ha servido para que todos nos demos cuenta que por mucho que tengamos todo planeado al mínimo detalle, pueden surgir imprevistos que no están en manos de nadie. También para ser conscientes que el momento perfecto para casarse no existe, simplemente se encuentra. Y lo más importante, saber disfrutar al máximo de cada momento que pasamos en compañía de nuestra familia y amigos.