Generación tras generación han llegado hasta el día de hoy tradiciones, leyendas y mitos que han generado ritos muy peculiares alrededor de la ceremonia y los preparativos previos a la boda. Antiguas historias, buenos deseos a los novios y un poquito de “magia” crean la atmósfera idónea para las celebraciones nupciales.
Hoy quiero presentarte alguno de los rituales y las clásicas tradiciones más extendidas para que tú también puedas celebrar tu boda y atraer la “buena suerte” a tu compromiso. Un toque de ilusión para un día especial.
La tradición manda
Una de las costumbres más conocidas son las cuatro cosas que una novia no debe olvidar llevar consigo el día de la boda.
- Algo azul. Esta tonalidad representa la fidelidad y el amor duradero. Se remonta a la historia del antiguo Israel. Una bonita manera de tener presente este color en tu boda es con algún detalle en tus zapatos o el ramo de flores.
- Algo prestado. Esta idea se enlaza con la felicidad y la tradición dice que debe ser algo prestado de un matrimonio feliz para que transmita a la nueva pareja el secreto de su felicidad.
- Algo usado. Es el símbolo de la continuidad y no romper los lazos que une a los novios con su familia y amigos. Esa unión no se rompe y se lleva a la nueva vida en común.
- Algo nuevo. Representa el proyecto que se inicia con el matrimonio. Un símbolo de lo nuevo que está por llegar a la vida de los recién casados.
Un traje lleno de significado
El vestido de la novia es uno de los grandes protagonistas del gran día. No solo porque ensalza la presencia de la novia, sino porque cuenta una historia, su historia y la de las novias de todos los tiempos, con sus ilusiones, sus temores y sus nervios.
- De color blanco. La tradición occidental viste a las novias de blanco, el color de la pureza. Una moda que comenzó en 1840 cuando la reina Victoria de Inglaterra contrajo matrimonio con Alberto de Sajonia. Si bien es cierto que las modas y las tendencias han desterrado muchos detalles de la estética nupcial, el color blanco es algo que todavía perdura.
- Un misterio velado. El misterio que encierra esta pieza en la ceremonias nupciales se remonta a la Grecia Clásica. Entonces se creía que protegía a las novias de los malos augurios. El cristianismo lo adoptó como símbolo de pureza y ha llegado hasta nuestros día como un complemento más, que poco a poco se ha ido sustituyendo por tocados y coronas.
- El secreto mejor guardado. Muchas parejas no se ven el día de la boda hasta llegar al altar cumpliendo con una otra de las tradiciones entorno a la vestimenta. Se cuenta que esta costumbre se creó en la época en la que los enlaces se realizaban por conveniencia y la familia de la novia evitaba que el futuro marido pudiera verla y así no se arrepintiera.
Joyas simbólicas
Un rito inequívoco de la boda es el intercambio de los anillos, las joyas son un símbolo de las ceremonias por lo que su elección y su historia reescribe la tradición nupcial en cada ceremonia.
- La alianza en el dedo anular. Los griegos fueron los primeros en comenzar esta tradición ya que pensaban que desde este dedo llegaba una vena directamente al corazón. La tradición china indica que este dedo representa la unión de la pareja
- Arras. La tradición de intercambiarse las arras en la ceremonia simboliza la prosperidad y los bienes compartidos por el matrimonio. Han llegado hasta nosotros desde Roma y en la Edad Media formaban parte de la dote. Son 13 monedas, 12 de oro y una de platino, todas del mismo tamaño.
Pensando en los preparativos
Aunque el azar juegue malas pasadas a los novios, muchos son los que piensan al milímetro cada preparativo para que todo salga bien. Las condiciones meteorológicas y la fecha idónea son algunos detalles que no se pueden improvisar.
- Santa Clara. Muchas parejas siguen llevando días antes de la boda una docena de huevos a Santa Clara. Los conventos de clarisas son un punto de peregrinación para evitar que la lluvia arruine la boda. Aunque también se cree que si la lluvia es una invitada más en la ceremonia, la pareja formará una familia con muchos hijos.
- En martes, ni te cases ni te embarques. El martes, desde la época romana, es un día funesto para los las bodas. Marte era el dios de la guerra y por ello los martes son días propicios para desgracias y catástrofes. A día de hoy pocas parejas son las que pasan por el altar un martes.
Un final feliz
Y como en todas las historias se desea que llegue el final feliz. La celebración concluye con dos tradiciones que forman parte de la leyenda de las bodas.
- Lluvia de arroz. La tradición de arrojar arroz sobre la pareja recién casada a la salida de la Iglesia está relacionada con la fertilidad, y es una superstición importada de Oriente y bastante reciente.
- La luna de miel. El viaje que los novios realizan para estrenar su matrimonio toma su nombre de una tradición teutona. Este pueblo celebraba las bodas los días de luna llena y los nuevos esposos bebían licor de miel durante treinta días.
Espero que estos pequeños retazos de leyendas te hayan desvelado alguno de los secretos y el porqué de estas clásicas tradiciones. Deseo que ahora que preparas tu boda pienses en ellas y pasen a formar parte de tu historia.